7/12/2013
Por C.
Otto
Internet
está lleno de webs que te prometen suculentos créditos en menos de 24 horas.
Pero, ¿sabes de verdad a lo que te expones? Te contamos algunos de los
(muchísimos) peligros de estas prácticas.
Si
las épocas de bonanza son buenas para los negocios dudosos, en las de crisis se
ponen directamente las botas. Los tiempos que vive nuestro país se han
traducido en un paraíso para todo tipo de empresas de prácticas más que
cuestionables, que encuentran en internet una verdadera selva en la que hacer
el mayor número de presas posible.
Uno
de los mayores peligros a los que nos enfrentamos proviene de las empresas de
crédito rápido. ¿Necesitas dinero urgentemente para pagar la casa, para dar de
comer a tus hijos o para tapar cualquier otro tipo de agujero? Muchas de estas
empresas, que se publicitan especialmente en televisión e internet, te pueden
proporcionar entre 100 y 3.000 euros en apenas unas horas. Lo malo es lo que
viene después.
¿AVALAR
CON TU CASA O CON TU COCHE?
El
principal peligro de estas ofertas viene a través del aval. No es nuevo que una
empresa de crédito te pida un aval (cualquier banco lo hace), pero, en estos
casos, el valor del aval supera con creces el del préstamo concedido con tanta
facilidad. Así visto, cualquiera diría que a la entidad en concreto hasta le
podría beneficiar que no devolvieses el préstamo...
En
ocasiones, tu casa o tu coche no solo pueden ser el aval, sino que muchas veces
la entidad redacta un contrato lo suficientemente entramado como para que tu
desesperación no te deje comprobar que el papel que acabas de firmar le concede
a la entidad la propiedad total de tu aval. Exacto: hasta que no devuelvas el
dinero, la empresa es, a efectos legales, la propietaria de tu casa o coche,
que, de ahora en adelante, te ceden mediante régimen de alquiler. Y si no
pagas, se quedarán una propiedad muy costosa a precio de ganga.
PLAZOS
IMPOSIBLES E INTERESES INASUMIBLES
Otra
de las trampas procede de las condiciones de tiempo y dinero del préstamo.
Piénsalo bien: si no te ves capaz de devolver 10.000 euros a un banco en un
año, ¿de verdad crees que podrás devolver 3.000 euros en apenas un mes?
Además,
la letra pequeña del contrato te desvelará los increíbles intereses a pagar,
infinitamente más altos de los que ofrece cualquier entidad financiera
tradicional. En uno de los ejemplos que hemos cogido, un préstamo de apenas 500
euros a devolver en un mes tiene un interés del 35% y un TAE del 3.752%.
¿Y
SI NO PUEDES PAGAR... AUNQUE TENGAS EL DINERO?
Como
vemos, hasta ahora todos los peligros son total y absolutamente legales. Pero
algunas empresas no tardan en traspasar esa línea. ¿Recuerdas que antes dijimos
que las condiciones eran tan ventajosas para la empresa de crédito rápido que,
si no pagases, les saldría mucho mejor la jugada? Pues, efectivamente, esa es
la trampa.
Pese
a que muchas empresas se presentan a sí mismas como sociedades fiscales
legalmente establecidas, es probable que a la hora de firmar el contrato no
aparezca dicha empresa, sino un particular, que es el que ha acudido ante
notario. Si ves que te ocurre eso, exige la presencia de una sociedad
empresarial.
Por
otro lado, revisa la letra pequeña: ¿cómo tienes que devolver el dinero
prestado? ¿Mediante transferencia o en persona? Si la opción que aparece es la
segunda, empieza a dudar. ¿Y si a la persona que te ha dado un préstamo de
3.000 euros y aceptó como aval tu vivienda de 150.000 euros le da por no estar
en la dirección que aparece en el contrato? ¿Y si no contesta a tus llamadas?
¿Y si resulta, en definitiva, que puedes devolver el dinero pero no eres capaz
de localizar a la persona que te lo prestó y que te hizo firmar que se lo
entregarías en persona?
Si
te ocurre algo así, acabas de ser oficiamente timado. La persona que te prestó
el dinero no va a aparecer por la dirección que te dio, y, como no le has
pagado, se va a quedar con tu casa por apenas 3.000 euros. De entrada, la
actuación de tu estafador es aparentemente legal, aunque puedes ponerte
demandarle. Tranquilo, no serás el único que lo haya hecho.
ANTONIO
ARROYO ARROYO: EL REY DEL DINERO RÁPIDO
En
este dudoso gremio, Antonio Arroyo Arroyo es el auténtico rey. Se trata de un
empresario madrileño que posee un entramado de sociedades a través de las
cuales articula numerosos préstamos rápidos siempre con la exigencia de una
vivienda o automóvil como aval.
Hasta
el momento, Antonio Arroyo Arroyo, que en los contratos establece un domicilio
de pago por el que nunca aparece, cuenta con más de 50 demandas.
Evidentemente,
no obstante, no todas las empresas de crédito rápido tienen por qué llevar a
cabo actividades delictivas. Pero la próxima vez que necesites dinero,
piénsalo: si la oferta es demasiado buena para ser verdad... quizá haya gato
encerrado.
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